En la frontera del recuerdo con el olvido descansan estas imágenes difusas y añoradas. Imágenes nostálgicas de un pasado lejano que supo ser mi realidad. Las huellas del tiempo esmerilaron sus detalles velando parte de su captura, pero no lograron callar la esencia de su testimonio. La calidez del registro persevera y se filtra, inalterable desde aquella mirada ingenua e inocente de la niñez. Memorias que cobran vida a partir del encuentro con reminiscencias familiares, o con una sensación que se mantiene al resguardo del olvido.